INTERNACIONAL El
presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidió perdón en nombre del Estado
por la desaparición, ejecución extrajudicial y tortura de ciudadanos en la
sangrienta recuperación militar hace 30 años del Palacio de Justicia, que había
sido tomado por guerrilleros. "Hoy reconozco la responsabilidad del Estado colombiano y pido perdón",
dijo Santos en un acto en el reconstruido edificio en el centro de Bogotá,
dando cumplimiento a una orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(Corte IDH). El 6 y 7 de noviembre
de 1985 la guerrilla nacionalista Movimiento 19 de Abril (M-19) ocupó el
Palacio de Justicia y tomó decenas de rehenes para presionar al entonces
presidente Belisario Betancur, con quien sostenía negociaciones de paz. La acción motivó el
ingreso del Ejército con tanques de guerra, en una operación de retoma devenida
en masacre. Un centenar de personas murió y 10 siguen desaparecidas.
"Aquí se presentó una acción lamentable,
absolutamente condenable, del M-19, pero si hubo fallas en la conducta y
procedimientos de los agentes del Estado, así debe reconocerse",
agregó Santos ante familiares de víctimas y exguerrilleros del M-19, como el
senador Antonio Navarro, entre otros invitados.
La Corte IDH
consideró en 2014 que en la fuerza pública "existió un modus operandi
tendiente a la desaparición forzada" de sospechosos de colaborar con el
M-19, que dejó las armas en 1990.
Ese tribunal
responsabilizó al Estado colombiano por la desaparición de empleados de la
cafetería del edificio, la desaparición y muerte del magistrado auxiliar Carlos
Urán, la detención ilegal y tortura de cuatro sospechosos y la falta de
esclarecimiento judicial de los hechos.
"El M-19 tuvo
una responsabilidad enorme pero quien acabó con la vida de todas estas personas
fue el Estado", dijo Anahí Urán, hija de Carlos, quien salió vivo del Palacio
y fue ejecutado extrajudicialmente.
El ministro de
Justicia, Yesid Reyes, hijo de otro magistrado fallecido allí, celebró el
pedido de perdón en el marco del "proceso de reconciliación" que
atraviesa el país.
El gobierno de Santos
sostiene diálogos de paz desde 2012 en Cuba con las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), principal grupo insurgente,
para acabar un conflicto armado de medio siglo en el que han participado
guerrillas, paramilitares, fuerzas militares y bandas narcotraficantes, y han
muerto al menos 220,000 personas.
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